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HIFT, ¿MULTIDISCIPLINA LESIVA?

Riesgos de la práctica de CrossFit.

 

Riesgo de lesión músculo-esquelética

Una lesión deportiva puede considerarse “cualquier lesión muscular, tendinosa, ósea, articular o ligamentosa sufrida mientras se realiza una práctica deportiva que cause una reducción o detención de la actividad física habitual ” (Feito, Burrows, & Tabb, 2018). Ninguna de las investigaciones sobre esta temática ha podido adjetivar a CrossFit como lesivo, extremo o peligroso, obteniendo valores en investigaciones longitudinales de entre 2 y 3.5 lesiones por cada 1000 horas de entrenamiento (2-3.5/1000h) (Feito, Burrows, et al., 2018). Estas cifras son menores que las mostradas por otros  deportes como es el caso de deportes recreacionales (7.8/1000h), el running (10/1000h), el triatlón (5.4/1000h) o el baloncesto (8/1000h) (Poston et al., 2016). Aproximadamente el 74% de los corredores experimentan una lesión moderada o leve a lo largo del año, cifra mucho más alta que la tasa de CrossFit que se sitúa en un 14% (Feito, Burrows, et al., 2018; Meyer et al., 2017). Se ha obtenido que el 30.5% de los practicantes de CrossFit ha sufrido una lesión en alguna ocasión a lo largo de la práctica, no estableciéndose diferencias significativas entre los segmentos corporales lesionados ni en la incidencia entre hombres y mujeres (Figura 3)  (Feito, Burrows, et al., 2018). Se utilizan tamaños muestrales pequeños, limitando la extrapolación y significación de sus estudios y aumentando los errores estadísticos (Feito, Burrows, et al., 2018).

Figura 1. Porcentaje de lesión por segmento corporal en practicantes de CrossFit (Feito, Burrows, et al., 2018)

Las lesiones más frecuentes por segmento corporal en la práctica de CrossFit tanto en hombres como en mujeres de todos los niveles son (Feito, Burrows, et al., 2018):

  • Hombros (39%)
  • Espalda (36%)
  • Rodillas (15%)
  • Codos (12%)
  • Muñecas (11%)

En cuanto a los motivos más frecuentes por los que se produce la lesión podemos diferenciar (Feito, Burrows, et al., 2018):

  • Uso excesivo (58.7%)
  • Técnica incorrecta (20.5%)
  • Fatiga (20.2%)
  • Peso externo excesivo (16.1%)

El índice lesional varía en función de la experiencia del practicante, ya que la tasa lesional más alta se da en principiantes de menos de 1 año de práctica (Poston et al., 2016) y con una experiencia mayor (más de 3 años de práctica) con un 28.3% frente a un 12.6% (Feito, Burrows, et al., 2018). Esto es debido a que una de las grandes causas de lesión es el déficit técnico, que justificaría las lesiones en no experimentados (Feito & Paul, 2014) y otra gran causa es el sobreuso, aspecto más relacionado con las lesiones producidas en deportistas experimentados, ya que existe una tendencia a un aumento rápido de volumen e intensidad (Feito & Paul, 2014).  En muchos casos la lesión por sobreuso es producida antes de encontrar dolor y esto puede detectarse a nivel del sistema nervioso autónomo (SNA) y por tanto, a través de variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV) (Williams, Booton, Watson, Rowland, & Altini, 2017).

 

Riesgo de lesión metabólica

La rabdomiólisis es un síndrome caracterizado por la destrucción del músculo esquelético, liberándose mioglobina, electrolitos y encimas musculares al torrente circulatorio (Henares García, 2012). Ejercicio excéntrico parece favorecer este proceso y muchos ejercicios prescritos en CrossFit tienen una presencia significativa de regímenes de contracción excéntrica (Meyer et al., 2018) por lo que parece ser una modalidad que puede desencadenar este síndrome.

Se ha obtenido que el 2.1% de 523 pacientes que han sufrido lesiones a lo largo de la práctica de CrossFit, han padecido rabdomiólisis inducida por el ejercicio (B. S. Hopkins, Li, Svet, Kesavabhotla, & Dahdaleh, 2019). Los parámetros bioquímicos tras el entrenamiento de CrossFit muestran grandes diferencias en función de la sesión realizada. Analizados tras un AMRAP (tantas rondas/repeticiones como sea posible en un tiempo determinado de 5 minutos con un RPE medio de 7.2±1.3, se obtienen una concentraciones de lactato de sangre de 13.3±1.87, una  FCmax de 177.8±11.2 y FCmedia  de 127.6±11.1 (Timón et al., 2019a) mostrando valores significativamente superiores a los obtenidos antes de la sesión:

  • Transaminasa GOT de un 58% superior.
  • Transaminasa GPT de un 109% superior.
  • CPK (creatina fosfoquinasa) de un 21% superior.
  • Glucosa en un 37% superior.

Todos los parámetros volvieron a valores no significativos tras 24 h, excepto CPK, la cual recupera los valores basales a las 48 h. Sin embargo, los parámetros de rendimiento evaluados (plancha isométrica) se mantienen en valores de -45% tras 24 h y en valores de -23% tras 48 h. El riesgo de lesión metabólica radica entonces en un pobre descanso entre sesiones y el mantenimiento de la intensidad si existe un corto espacio temporal entre las mismas, pues existen WOD considerados por los practicantes como más intensos que el resto como “’Fran”, “Murph”, “Fight Gone Bad”, “Helen” y “Filthy” (Timón et al., 2019a).

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